miércoles, 10 de abril de 2024

CARLOS DEZA FONTENLA, O POETA DESCOÑECIDO

 


 

Buscando por la red de redes he encontrado este poeta que posiblemente sea marinense, bueués o lerense, pero  que, desde luego, es de la península del Morrazo por lo bien que conoce sus playas y sus paisajes. Sin embargo, sobre su persona,  nada sé. Tan sólo su nombre: Carlos Deza Fontenla. Entre los poemas, me ha llegado al corazón éste que dedica a Lapamán que también es “mi playa”. Poco a poco, voy a ir publicando más poemas de un libro lleno de Galicia que se llama Cantigas da miña zanfoña. El libro está lleno de ritmos y de cantares gallegos si doña Rosalía de Castro me lo permite. Pues nada, ahí os dejo con Carlos Deza Fontenla.y su poema a la playa de Lapamán, miña praia queridiña.

1.      LAPAMÁN

 

¡Lapamán, a miña praia,

canto hai que non che vexo,

que non piso túas areas,

que non me envolve o teu cheiro!

 

A mar a frente cantando

vellas cantigas dos vellos

homes que pescan nas dornas

frechas de lúa e aceiro.

 

Silandeira a Illa do Santo

anda a escoitare os ecos

do doce cantar das fontes,

do recio cantar do vento.

 

¡Qué brancas as túas areas!

Aínda me lembro de neno

que por azucre as coidaba

que tiñan deixado os elfos!


 

 

 

A Illa de Ons ao fondo;

mais adiante o mar aberto

e sirenas sempre tocando

buzios de sonos lixeiros.

 

¡Lapamán, a miña Praia,

canto hai que non che vexo,

que non piso túas áreas,

que non me envolve o teu cheiro!

 

 

 

 

martes, 2 de abril de 2024

DIE VERBENA VON PALOMA O COMO MATAR MOSCAS CON EL RABO

 


 

Andan algunos sabios músico y poeta,  queriendo poner en español el texto de Schiller de la Novena de Beethoven y, la verdad, aunque cada cual puede gastar su tiempo como le venga en gana, no es algo que me plazca. Nunca me han gustado las óperas traducidas aunque a los alemanes les encantaban y así tenemos “Traviatas” en alemán para mejor comprensión del público teutón. Una ópera es un conjunto de texto y música y el idioma en el que está escrita esa ópera no sólo está adaptado a esa música, sino que también lo está al espíritu y a la manera de pensar en los que se piensa en esa lengua. Los insultos en alemán no tienen sentido en español y viceversa. Por tanto, dejando muy claro lo anteriormente dicho, que cada cual puede matar cuantas moscas le plazca con su propio rabo como hace el diablo cuando se aburre, no es plato de mi gusto oír a la pobre Violetta Valéry expresar su amor por Giogio Germont ni escuchar el bellísimo texto de Schiller en castellano por muy vallisoletano que sea este castellano. Como yo también tengo rabo (con perdón), moscas y algo de tiempo libre en estas vacaciones de Semana Santa y como tampoco soy amigo de ir a la costa para refrescarme el bullarengue, me ha dado por poner en alemán el famoso dúo-habanera de  La Verbena de la Paloma que todos hemos cantado alguna vez. Sí, hombre, ese en el que “el Julián” le dice a “la Susana” aquellos de “dónde vas con mantón de Manila”. El resultado en alemán es hilarante como hubiera sido cantar en castellano una opereta vienesa. Pero allá cada cual con su rabo y sus moscas.


 

 

 

DIE VERBENA VON PALOMA

Julián

¿Dónde vas con mantón de manila?

¿Dónde vas con vestido chinés?

 

 

Susana

A lucirme y a ver la verbena,

y a meterme en la cama después.

 

Julián

¿Y por qué no has venido conmigo,

cuando tanto te lo supliqué?

 

 

Susana

Porque voy a gastarme en botica

lo que me has hecho tú padecer.

 

 

Julián

¿Y quién es ese chico tan guapo,

con quién luego la vas a correr?

 

Susana

Un sujeto que tiene vergüenza,

Pundonor… y lo que hay que tener.

 

Julián

¿Y si a mí no me diera la gana

de que fueras del brazo con él?

 

Susana

Pues me iría con él de verbena,

y a los Toros de Carabanchel.

 

Julián

¡Sí, ¿eh!?!

Susana

 

Julián

¡Sí, ¿eh?!,

Susana

 

Julián

Pues eso ¡ahora mismo

lo vamos a ver!

 

Julián

Wohin gehst du mit einem Manila-Schal?

Wohin gehst du mit einem chinesischen Kleid?

 

Susanne

Um anzugeben und die Verbena zu sehen,

und danach ins Bett zu gehen.

 

Julián

Und warum bist du nicht mit mir gekommen,

Wann habe ich dich so sehr angefleht?

 

Susana

Weil ich Geld für die Apotheke ausgeben werde

was du mir zugefügt hast.

 

 

Julián

Und wer ist dieser hübsche Junge,

Mit wem wirst du später laufen?

 

Susana

Ein Subjekt, das sich schämt,

Pundonor… und was Sie haben müssen.

 

Julián

Was wäre, wenn ich keine Lust dazu hätte?

dass du Arm in Arm mit ihm warst?

 

Susana

Nun, ich würde mit ihm zum Verbena gehen,

und die Carabanchel Toros.

 

Julián

Ja, nicht wahr!?!

Susana

Ja

 

Julián

Ja, nicht wahr?!

Susana

Ja

 

Julián

Nun, das ist genau jetzt

wir werden es sehen!

 

domingo, 24 de marzo de 2024

SANTA TRAHAMUNDA, LA VOLADORA DE POIO

 


En el muy documentado libro Trahamunda, a santa de Poio, leo algunas posibles etimologías para su nombre y quiero compartirlas con vosotros. Este libro, publicado por el monasterio pontevedrés, está compuesto por dos artículos, uno del padre Gumersindo Placer López y otro del padre José Crespo Pozo, más un romance sobre Trahamunda del padre mercedario Luis Vázquez Fernández. Vamos a ver las etimologías.

         El gran padre Sarmiento decía que el nombre de Trahamunda debería escribirse Tramunda que es una forma sincopada de Trasmunda que nos  lleva a pensar  no en  “el otro mundo”,  sino como afirma Gutierre Tibón,  a un origen germánico con las palabras “thas” y “mund” que vendrían a significar “protección rápida”. No está mal ideada la etimología porque la santa recibió, en su presidio cordobés y ante las numerosas oraciones, una protección rápida que la hizo salir volando agarrada a una palmera de la ciudad del Guadalquivir.  Sin embargo, desde que un servidor era un joven estudiante y tuvo la fortuna de leer a don Álvaro Cunqueiro en su guía de viajes Pontevedra, Rías bajas, creo que Trahamunda debe de conservar esa “hache” que la remite al gerundivo del verbo latino traho, arrastrar o llevar. Trahamunda sería pues “la que debe de ser llevada” y esa definición cuadra muy bien con la santa de Poio que, como sabéis y repito, fue llevada por los aires agarrada a una palmera desde la Córdoba califal, en donde penaba como esclava,  a su querido Poio. Sé que no está el mundo para estos temas, pero alguien lo tenía que decir. Por cierto, se me olvidaba. Mi muy querido don Ramón Cabanillas, el gran vate de Cambados, propuso en su día nombrar a Trahamunda patrona de la aviación española. Desde luego, razones no le faltan a la santa pontevedresa que se hizo un “vuelo”  Córdoba – Poio sin recurrir a ningún billete low cost ni otras garambainas. Yo creo que se debería volver a proponer y que Iberia tome alguna decisión al respecto aunque, si se me permite una nota de humor, también podría ser patrona de los flamencos. Lo digo por lo de “volando voy, volando vengo y por el camino no me entretengo” que nos cantaba el Camarón de la Isla. En fin, que la santa de Poio me perdone y me dé su absolución.

martes, 27 de febrero de 2024

AUGUSTO Y SUS 25 AÑOS DE PAZ

 


Todavía quedan por ahí algunos vestigios que el Franquismo dedicó a conmemorar los 25 años de paz. Así por ejemplo, tenemos el Hospital de La Paz en Madrid o la antigua Avenida de la Paz que es hoy la M-30. Corría el año 1964,  con Fraga al frente del Ministerio de Información y Turismo, y España se llenó esculturas, placas, barriadas, colegios y calles que celebraban los “25 años de paz”. Fraga, que era un personaje muy inteligente, cambió la Victoria por la Paz en un acertado modelo en el que presentaba al régimen de Franco como pacificador. Bueno, esto que acabo de contar es archisabido, pero de lo que os quiero hablar es de cómo veinte siglos antes, el emperador Augusto hizo algo muy parecido. Veamos primero el caso de España.

         Nuestro país había tenido un siglo XIX funesto con tres guerras civiles, revoluciones, invasión francesa, pronunciamientos, los Cien Mil Hijos de San Luis y un final apocalíptico con la guerra de Cuba y Filipinas y la pérdida de las colonias en 1898. Entre medias andaba también la Guerra de África y muchas, demasiadas, guerras políticas. El siglo XX tampoco comenzaba bien pues continuaba las guerras en norte de África, una sangría, nunca mejor dicho,  de jóvenes que mejor hubieran servido para trabajar en las fábricas o labrar los campos. Por si fuera poco, hay que añadir la Semana Trágica de Barcelona, magnicidios, una Segunda República turbulenta con una Revolución de Asturias que se saldó con muchos muertos y una Guerra Civil que, como todas las guerras civiles, fue de extrema crueladad. A partir del año 1939, España entró en un periodo de “paz” que puede ser muy discutido (de ahí las comillas), pero en el  no se encuentran guerras, revoluciones o magnicidios. Era una época de paz en la que los españoles empezaron a recibir las ayudas americanas a cambio de las bases aéreas de Torrejón, Rota y Zaragoza. La gente se compraba su “seiscientos”, salían a comer los domingos a lña “sierra” y podían veranear como los ricos. Sí, es verdad que muchos españoles tuvieron que emigrar y que la libertad política brillaba por su ausencia, pero como en el verso de Aquilino Duque “ Franco era eterno y la gente feliz”. A esto habría que matizarlo mucho, pero lo que no le pueden negar los historiadores es que el del Ferrol  creo una clase media que es el “colchón” más eficiente para revoluciones y enfrentamientos.

         En Roma,  también habían tenido un siglo I a. de C. muy convulso con varias guerras civiles, una república que se venía abajo porque había sido pensada para una polis y no para medio mundo conocido y una situación política también llena de turbulencias en las que no podemos entrar. Y, finalmente, tras la batalla de Accio, llega Augusto y trae la PAX. Además, Augusto promovió un rearme moral de Roma como Franco promovió un rearme moral (con la moral nacional católica, claro) en la España de la posguerra. La famosa Pax Romana se extendía por el  mundo y los romanos agradecían poderse dedicara a sus campos (un romano como un americano actual, siempre era un campesino), a sus familias y a vivir la vida. Augusto pensó que era el momento de unos Ludi Saeculares que se celebraban cada 110 años. Los anteriores habían tenido lugar en el año 140 a. C y los del 49 a. C no se pudieron llevar a cabo por la Guerra Civil. Los Libros Sibilinos decían que se tenían que celebrar cada 110 años tal y  como hemos dicho antes, pero, en este caso, hasta los cometas se pusieron de parte de Octavio pues los arúspices y augures pensaron que el cometa que había surcado el cielo de Roma indicaba que ya iba siendo hora de celebrarlos.  Para la performance, Octavio Augusto echó la casa por la ventana y hasta el mismo Horacio, hombre del régimen, recibió el encargo de un Carmen saeculare. Y tampoco faltaron los monumentos como el conocido Ara Pacis que ilustra esta entrada.

         Ya veis como la historia tiende a repetirse y cómo la Cultura Clásica, tal y como les digo a mis alumnos, sirve para reflexionar sobre nuestra propia historia pues no es sólo hablar de lo pasad o sino ver el presente reflejado en lo que ocurrió en Grecia y Roma.

         En España tuvimos a un poeta (no lo conozco de nada) que escribió un poema sobre los 25 años de paz y que se lo entregó a Franco en San Sebastián, en el Palacio de Ayete para ser más exactos.  Se llamó Felipe Juan Lorenzo. Pero de ese poeta, si bien os parece, hablamos en otra entrada de este humilde blog.

viernes, 16 de febrero de 2024

SÓNNICA LA CORTESANA DE VICENTE BLASCO IBÁÑEZ

 


A mi abuela Patro le gustaba mucho leer y uno de sus escritores favoritos era Vicente Blasco Ibáñez. Gracias a ella leí Cañas y Barro, La Barraca y Arroz y tartana que TVE  convirtió en series de justa fama en la historia de la televisión. Hace poco, mientras explicaba a mis alumnos la toma de Sagunto en Cultura Clásica, supe (para que digan que enseñando no se aprende) de la existencia de una novela de Blasco Ibáñez en la que se  se tomaba como base este hecho histórico. Picado por la curiosidad, me la compré de viejo y, con una cierta reticencia por un escritor de “masas” (el mal del intelectual que, como sabéis, padezco) me dispuse a leerla. Desde el primer momento me cautivó la prosa de Blasco que no era como las de las obras que os he mencionado sino una prosa hermosísima, con un aliento épico inigualable y  con una belleza que superaba lo esperado con creces. Ha sido la gran alegría literaria de este mes de febrero con sus pasajes de enorme calidad literaria que jamás podré olvidar. Servidor, en esta tarde de febrerillo loco en la que ya los almendros han florecido, os la recomienda. A los muy lectores, como el propio Blasco dice en el prólogo (que siempre hay que leer por muy español que se sea) os recordará a la Salambó de Flaubert, esa maravillosa novela histórica ambientada en Cartago del escritor de Madama Bovary de la que Paco Umbral decía en sus escritos que se le había ido la mano. Siempre me ha parecido Umbral casi mejor crítico literario que escritor pues acabó siendo un personaje y mató al literato que llevaba dentro, pero no pensé nunca que al francés se le fuera la mano en tan bella novela. Cosas de gustos.

         No quiero entreteneros más. Si queréis una buena novela histórica, leed Sónnica la cortesana. Os encantará. Y eso os lo dice uno que no es amante del género pues considera que una novela, ante todo, tiene que ser novela y luego, histórica.

         Yo creo que me habéis entendido aunque con esto de la LOGSE y La LOMLOE nunca se sabe del todo.

 

domingo, 11 de febrero de 2024

MATAOS DE MIGUEL LABORDETA

 


¡Qué pena que hayan pasado los años y que este poema esté tan vigente como desde la aparición del hombre sobre la tierra! Miguel Labordeta, que es algo más que el hermano de Juan Antonio que tanto veneró y defendió a su hermano mayor, escribe este poema estremecedor. Baste con ver un Telediario y sufrir el horror de esos niños muertos en Gaza que no son sino la punta de un iceberg de los miles de niños que mueren en las guerras, en las minas, en el tráfico de estupefacientes. Ninguno de nosotros sería capaz de matar a un niño; ninguno de nosotros sería de capaz de matar a una cucaracha, pero los niños (y los mayores) siguen muriendo día tras día mientras en Davos se reúnen los que mandan. Chico Ibáñez Serrador tenía una película maravillosa que se llama ¿Quién puede matar a un niño? La respuesta a esta pregunta puede ser escalofriante.

Mataos

Mataos,
pero dejad tranquilo a ese niño que duerme en una cuna.

Si vuestra rabia es fuego que devora al cielo
y en vuestras almohadas crecen las pistolas:
destruíos, aniquilaos, ensangrentad
con ojos desgarrados los acumulados cementerios
que bajo la luna de tantas cosas callan,
pero dejad tranquilo al campesino
que cante en la mañana
el azul nutritivo de los soles.

Invadid con vuestro traqueteo
los talleres, los navíos, las universidades,
las oficinas espectrales donde tanta gente languidece,
triturad toda rosa hallada; al noble pensativo,
preparad las bombas de fósforo y las nupcias del agua con la muerte
que han de aplastar a las dulces muchachas paseantes,
en esta misma hora que sonríe
por una desconocida ciudad de provincias,
pero dejad tranquilo al joven estudiante
que lleva en su corazón un estímulo secreto.

Inundad los periódicos, las radios, los cines, las tribunas
de entelequias, estructuras incompatibles,
pero dejad tranquilo al obrero que fumando un pitillo
ríe con los amigos en aquel bar de la esquina.

Asesinaos si así lo deseáis,
exterminaos vosotros: los teorizantes de ambas cercas
que jamás asiríais un fusil de bravura,
pero dejad tranquilo a ese hombre tan bueno y tan vulgar
que con su mujer pasea en los económicos atardeceres.

Aplastaos, pero, vosotros,
los inquisitoriales azuzadores de la matanza,
los implacables dogmáticos de estrechez mentecata,
los monstruosos depositarios de la enorme Gran Estafa,
los opulentos energúmenos que en alza favorable de cotizaciones
preparáis la trituración de los sueños modestos
bajo un hacha de martirios inútiles.

Pisotead mi sepulcro también,
os lo permito, si así lo deseáis inclusive y todo,
aventad mis cenizas gratuitamente
si consideráis que mi voz de la calle no se acomoda a vuestros fines suculentos,
pero dejad tranquilo a ese niño que duerme en una cuna,
al campesino que nos suda la harina y el aceite,
al joven estudiante con su llave de oro,
al obrero en su ocio ganado fumándose un pitillo,
y al hombre gris que coge los tranvías
con su gabán roído a las seis de la tarde.

Esperan otra cosa.
Los parieron sus madres para vivir con todos,
y entre todos aspiran a vivir, tan sólo esto,
y de ellos ha de crecer, si surge,
una raza de hombres con puñales de amor inverosímil,
hacia otras aventuras más hermosas.

Miguel Labordeta

 

lunes, 5 de febrero de 2024

PLUTARCO EDUCA A LOS PADRES

 


Y,  para seguir con Plutarco, unas muy sabias palabritas que dijo el de Queronea mucho antes de que se pusieran de moda las “escuelas de padres”:

Y, en general, ¿cómo no va a ser absurdo que acostumbremos a los niños a tomar los alimentos con la mano derecha y riñamos al que extiende la izquierda, pero, en cambio, no tomemos ninguna precaución para que escuchen enseñanzas correctas y apropiadas?

Nada se puede añadir a tan curioso y sabio consejo.