lunes, 8 de octubre de 2012

MEMBRILLOS Y ACEROLAS




MEMBRILLOS Y ACEROLAS
Ahora que ya hemos ido a buscar los membrillos a “El pico del águila” y he comprado las acerolas en la calle Mantería, podemos decir, sin temor a equivocarnos, con la plena seguridad que da la madre naturaleza, que el otoño ya está entre nosotros. Dentro de poco, los membrillos perfumarán la habitación en la que están guardados y, también dentro de poco, con el azúcar y el cariño, se convertirán en la carne de membrillo que huele a tardes infantiles y a televisión en blanco y negro.

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