viernes, 2 de noviembre de 2012


MACTE, MAGISTER, SIC ITUR AD ASTRA

         El maestro Agustín García Calvo falleció ayer en su Zamora natal. No puedo porque es imposible en cuatro líneas glosar su inmensa producción literaria y filológica. Fue uno de los grandes latinistas españoles del siglo XX a la altura de los grandes: Mariner, Bassols de Climent, Ruiz de Elvira o Fontán. Su conocimiento de la métrica latina era fabuloso y yo, como mal alumno, no puedo por menos que recordar aquellas clases en el cuarto piso de la Complutense. Un día, grabé una de aquellas clases para tener la voz de Agustín, esa voz genial que recreaba los metros de griegos y latinos. Como poeta, jamás he comprendido por qué se le negó figurar en cualquier antología en la que se recogiera a los poetas españoles de 1950 en adelante. Los críticos, esos señores que saben tanto de tantas cosas, sabrán por qué y algún día tendrán la valentía de decir por qué actuaron así. Ser libre en un país de esclavos acarrea sus riesgos y Agustín fue un hombre libre que no sirvió al capital que ahora nos oprime con esta crisis inventada por los mercados para poder seguir con un sistema que habría que subvertir desde la raíz a la copa. Los que te conocimos no te olvidamos y guardamos en nuestra memoria y en nuestro corazón tus poemas lírico ferroviarios, tus Canciones y Soliloquios o, por citar alguna obra más entre tu ingente producción, tus traducciones de poesía antigua. Hasta siempre, Agustín. Seguro que andas ahora por tu bosque de Valorio, allá en tu Zamora, escribiendo alguna letra para tus amigos musicales. Que la muerte te haya hecho tan libre como querías tú que fueran los que amaste y te amaron.

VALE, MAGISTER.

1 comentario: