lunes, 11 de febrero de 2013

SÁNDOR MÁRAI


LOS HÚNGAROS ( II)

            Hace poco terminé de leer El encuentro, la obra más editada de Sándor Márai. Muy bien escrita, con ese estilo de literatura de “alta comedia” que también aparece en su colega Zilahy , retrata la decadente burguesía húngara y es una obra muy recomendable. Dos hombres y un amor que les da pábilo para toda una vida. Márai, nacido en Kassa, el 11 de abril de 1900,  es un buen escritor que siempre me ha satisfecho con sus obras. De entre ellas, Liberación es una novela que os recomiendo, al igual que La hermana. Márai llegó a tener un gran prestigio en los años treinta y su obra se la consideraba al mismo nivel que la de Thomas Mann o Stefan Zweig, el gran escritor austriaco que escribía “literatura de kiosko” (sapientes dixerunt) hasta que lo empezó a publicar Acantilado y entonces consiguió el reconocimiento de la inteligencia oficial de las Españas. Con la llegada de los comunistas a Hungría su estrella se fue apagando pues su obra fue prohibida por el régimen y comenzó su exilio americano con algunas estancias en Italia. Fue a la caída del régimen comunista cuando Márai comenzó a ser reconocido de nuevo en su país y en todo el mundo.  Sándor Márai tiene con Zweig otro punto de contacto pues, como él, se suicidó en su exilio americano. Fue un 22 de febrero de 1989, en San Diego,  cuando Sándor Márai apretaba el gatillo y se quitaba la vida con el  arma que se había comprado para tal menester. Si Stefan Zweig no llegó a ver la derrota del régimen criminal de Adolf Hitler, tampoco Márai llegó a ver la caída del muro de Berlín y, con su caída,  el fin del  régimen soviético, por cierto, no menos criminal que el régimen nazi. En cuanto tenga un  rato, me enfrascaré en la lectura de una novela suya que tengo pendiente: La gaviota. Por el momento, la atención que le presto a Eudora Welty y sus Cuentos completos y las ganas que tengo de volver a mi muy querido Palacio Valdés de quien quiero leer El idilio de un enfermo me lo impiden. Pero démosle tiempo al tiempo.

 

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