domingo, 15 de septiembre de 2013

TANGO DE UN PADRE DE FAMILIA

Un día, cuando éramos jóvenes opositores a este sistema educativo que ya está a punto de que se lo lleven las mulillas al patio del desolladero, mi gran amigo Pablo Perera, el gran filósofo deleuziano de Saucelle, ad Dorii ripas non natus sed translatus, me habló, apoyados ambos en las cubas de cerveza de la cervecería madrileña Narurbier,  del tango del viudo de Pablo Neruda. Servidor que siempre ha leído a Neruda con afecto, ha vuelto a leer ese tango este verano pasado cuando me puse a releer un poco al chileno del que todos nos hubiera gustado ser cartero. Aquí os lo copio por si hay alguien que no lo conoce y se lo dedicó of course a Pablo Perera, hoy padre de familia numerosa (sicut ego), pero cuya paternidad no le ha restado un ápice de inteligencia a esa mente lúcida, al contrario, se la ha potenciado luchando in pueros. Yo, a Pablo, le debo mucho porque el que esto escribe no era más que un filólogo clásico que no conocía casi nada de la modernidad (en poesía me había quedado en la Generación del 27 y mis lecturas apenas habían salido de España) y Pablo me abrió muchas puertas. Le considero una persona fundamental en mi vida además de un gran amigo. Espero que con esta entrada de blog, amigo Pablo, te pagues una jarra de cerveza en la ya citada cervecería cuando pueda regresar a la tierra madrileña que me vio nacer., pues siempre ando ocupado por mis quehaceres que me roban como a ti más tiempo del que quisiéramos. Sancte Paule, ora pro nobis!

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