miércoles, 19 de febrero de 2014

UN ÁNGEL ÁPTERO



       
La lectura de este maravilloso poeta cordobés ha sido una rememoración de los tiempos abulenses en que conocí este grupo poético que fue ( o que es porque vive en los libros) Cántico. Os recomiendo a Bernier por la belleza de sus poemas y por su peripecia vital tan cercana en ocasiones a la desesperación. Fue un epicúreo y, tal y como he leído en un blog, un ángel áptero  Ahí os va este poema que, como el olor de la rosa que decía Juan Ramón, lo tenéis que coger en vuestra sinrazón.

¡MADRE!

¡Madre! Déjame que me hunda otra vez en el mar de la noche
déjame abierto el vientre para que la niebla arrope
mi cuerpo desnudo de esperanzas y fines.
Dame otra vez tu vientre. Que la luz me deslumbra
que me hiere la vida y me vomita el asco.
¡Madre! Húndeme otra vez en tu vientre cálido
húndeme en la tiniebla húmeda
¡ven, madre, madre ven!
¡oh madre muerte!

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