jueves, 27 de marzo de 2014

RICARDO MOLINA EN MI CÓRDOBA LEJANA Y SOLA





Ricardo Molina a es otro de los poetas de ese grupo cordobés del que tanto os he hablado que fue Cántico. Este año de 2014, he leído mucho a este grupo tan barroco y tan lleno de poesía sensual que tanto me gusta. Me ha sido muy difícil encontrar estas poesías completas de Ricardo Molina, pero al fin he hallado estas de Visor. No os digo más. Leed este poema de Molina y disfrutad. Es su Elegía XVII y trata sobre Córdoba, esa ciudad que visité hace muchos años y a la que no puedo, por el momento, regresar. Mientras, los poemas de los poetas de Cántico me curan el deseo.




Amanece en las calles. Córdoba se despierta.
Ya es de día. Te amo.
Ya van camino del río los areneros
con sus palas, sus asnos.
El invierno se va. La niebla se disuelve
en torno de los álamos.
            
Crecido viene el río como mi corazón.
Tu recuerdo desborda como el río mi vida
inundándola toda con sus aguas violentas
donde flotan almiares, animales que aúllan,
negros troncos de árboles y despojos y ruedas.
            
Oh tú que una mañana -se diría esta misma-
paseaste conmigo, de mi brazo. mirando
los rojos remolinos estrellarse en el puente
que custodia impasible un arcángel de mármol.
            
Todo era igual. Diríase que no ha cambiado nada.
En San Francisco tocan las campanas a misa.
La Posada del Potro ha abierto ya sus puertas
y hay en el suelo paja que cayó de los carros,
y labriegos, y mulos que beben en la fuente.
            
Todo es igual. Diríase que no ha cambiado nada.
Amanece y te amo. Aún es Córdoba bella...
Tu casa está cerrada. ¿Me esperas todavía?
¿Duermes, o acaso esperas que llegue hasta tu
puerta?
            
Imposible. Aquel tiempo ya pasó para siempre.
Pero dime que todo es una pesadilla.
Dime que no han pasado los años, amor mío.
Dime que no has dejado de amarme, dulce amiga.

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