martes, 13 de mayo de 2014

MONÓLOGO DO VELLO TRABALLADOR





Conocí a Celso Emilio Ferreirro hace ya bastantes años en aquella Galicia que salía de una especie de subdesarrollo secular. Entonces, Celso Emilio Ferreiro, al igual que Darío Xohán Cabana, sonaba con insistencia en aquellos grupos y cantantes de los que hablamos en la anterior entrada. Han pasado los años y mi devoción por el poeta de Celanova sigue intacta. El bardo en cuestión aparecía en los libros de texto y su poemario Longa noite da pedra era materia de estudio para los chavales de toda España. O tempora, o mores, cuando ahora estamos en esta especie de España federal es cuando  menos nos entendemos entre los españoles y cuando más despreciamos las lenguas que deberían ser un patrimonio común.. Si alguien no siente nada al leer Donde o vento chámase Celanova, es que ya está muerto. Como ejemplo os traigo “un poema social” llamado O monólogo do vello traballador del que se hicieron carteles para decorar habitaciones y comedores de las familias gallegas.  También Os Tamara, el legendario grupo en el que Pucho Boedo era vocalista, hicieron una versión de este poema. Siempre es bueno recordar lo bueno, compañeiros.

Agora tomo o sol. Pero até agora
traballei cincoenta anos sin sosego.
Comín o pan suando día a día
nun labourar arreo.
Gastei o tempo co xornal dos sábados,
pasou a primavera, veu o inverno.
Dinlle ao patrón a frol do meu esforzo
i a miña mocedade. Nada teño.
O patrón está rico á miña conta,
eu, á súa, estou vello.
Ben pensado, o patrón todo mo debe.
Eu non lle debo
nin xiquera iste sol que agora tomo.
Mentras o tomo, espero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario