viernes, 25 de julio de 2014

YO QUIERO SER ESTAFADOR




Tras  la lectura de Las confesiones del estafador Félix Krull, uno desea ser ese estafador del que Mann, en la última novela que escribió, nos retrata una vida, una formación ( el libro creo que es a las novelas de formación alemanas lo que el Quijote a los libros de caballerías) y una deformación que hacen de su lectura una auténtica delicia. Antes decía que la mejor novela del autor alemán era los Budenbrook, pero ahora me veo en la duda y no sé si poner en primer lugar a Félix Krull. Maestría, carcajada sobre la vida que no es más que apariencia y en la que hay que entregarse  a la actuación y no quitarse la máscara para que sea una auténtica vita vitalis o, mejor aún, vivenda. Os la recomiendo vivamente, como decía mi profesor de sociología, José María González, en la Facultad de Filología allá por los ochenta.

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