viernes, 31 de octubre de 2014

JOSÉ EMILIO PACHECO


Hacía mucho tiempo que no sentía este golpe en las entrañas al leer un poeta y, ayer por la tarde, lo he vuelto a sentir tras la lectura atenta y apasionada de José Emilio Pacheco. Reconozco mi incultura porque compré su antología En resumidas cuentas por conocer el premio Cervantes del 2009 pues  nada había leído de él. Y el libro se quedó en la estantería hasta cuatro años y ocho meses después en que me “ha dado” por leerlo. ¡Bendita lectura que me ha hecho conocer a un grandísimo poeta y ante el que tan sólo puedo exclamar, como San Agustín, sero te inveni, ¡tarde te encontré!. Si hace años la lectura de Jaime Sabines, al que descubrí gracias a María Ángeles Valencia y a Pedro Tomé, abulenses mexicanizados, en este octubre los versos de Pacheco me han hecho degustar una poesía de la que hacía tiempo que no gustaba. Os copio el poema más conocido entre la juventud mexicana: ALTA TRAICIÓN

 

No amo mi patria.

Su fulgor abstracto

es inasible.

Pero (aunque suene mal)

daría la vida

por diez lugares suyos,

cierta gente,

puertos, bosques, desiertos, fortalezas,

una ciudad deshecha, tris, monstruosa,

varias figuras de su historia,

montañas

-         y tres o cuatro ríos.

-          

 

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