martes, 23 de febrero de 2016

LA BOFETADA


En un café de la Barcelona de los años treinta, está un general de caballería acompañado por algunos amigos. De repente, entran en el local dos hermanos y sus acompañantes. Los dos hermanos, que son jóvenes e hijos del que había sido Capitán General de Cataluña y dictador con el beneplácito del rey Alfonso XIII, se dirigen hacia la mesa en la que está sentado el sexagenario general. Uno de los hermanos, moreno y peinado con el pelo hacia atrás, sin mediar palabra, sacude un tremendo puñetazo al mando militar que, a efectos de la agresión, cae al suelo invocando su condición sexagenaria. Los dos grupos de enzarzan en una pelea mientras algunos levantan al militar caído. El joven agresor, que es alférez de caballería, perderá su grado por este ataque motivado por las palabras injuriosas que el general agredido había vertido contra su padre. El militar al que, algo aturdido por el puñetazo sientan en una silla, había sido amigo del padre del oficial, pero, una vez destituido de su dictadura, aprovechó para hacer leña del árbol caído y había arremetido contra él. Los hermanos, dolidos por los insultos a su padre, habían ido hasta el café en donde paraba el militar para tomarse venganza. Años más tarde, aquel general agredido intentaría evitar el fusilamiento del alférez, pero nunca comulgó con el partido que fundaría el joven oficial de caballería. Ambos, el alférez y el general, están en la historia de España: son el general Queipo de Llano y José Antonio Primo de Rivera.


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