jueves, 29 de junio de 2017

OCNOS DE LUIS CERNUDA





He releído Ocnos de Luis Cernuda y he vuelto a disfrutar tanto con este bellísimo libro en prosa del sevillano que tenía que escribir mi gozo porque la belleza que contiene este libro te hace salir a contarlo a las calles, a las azoteas del sur con las que sueño, a los parques que tienen por alma una fuente. Ocnos es una obra tan colmada de belleza, tan colmada de miradas, de sensualismo, de deseo por la vida que se escapa a cada instante y que Cernuda fija en estas magistrales acuarelas poéticas que no la podemos esconder el bajo celemín de lo zafio  y hay que compartirla como una Buena Nueva de poesía de altísima calidad. Tengo a Cernuda siempre a mano y a su Ocnos en mi biblioteca y en mi corazón. Viaja conmigo y me basta la lectura de uno de su capítulos para sentirme curado, aliviado, sanado de las heridas de la vida. Ocnos devuelve a la poesía a su valor salvador (heilen en alemán es sanar), terapéutico, medicinal. La palabra se hace belleza y bien y ambos curan nuestras almas intoxicadas de palabras hueras, de palabras que se escupen, de palabras con carga de muerte. Y también de heilen proviene heilig, lo santo y así podemos decir que Ocnos es un libro santo, un libro que nos cura, que nos salva, que nos lleva hacia la luz de la belleza. Tengo que contaros todo esto porque no me sirve decir que es un gran libro. Leedlo y notaréis su aliento salvífico, restañador de las heridas que el dolor nos causa. Leedlo y con él en la mano, marchaos a un parque con corazón de fuente.

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