jueves, 27 de julio de 2017

EL CANTO DEL PICO



En una entrada anterior, os he contado cómo don Antonio Maura murió en el palacio de El Canto del Pico y cómo este palacio era propiedad del conde de las Almenas. Merece la pena que nos paremos un poco en este edificio singular. Don José María del Palacio y Abárzuza, conde de las Almenas, decidió construirse una casa de estilo neogótico en lo alto del paraje conocido como Canto del Pico. Él mismo diseñó los planos y las obras duraron desde 1920 a 1922. Una mañana de diciembre de 1925, don Antonio Maura, que estaba en la finca de su hijo Gabriel, llamada El Pendolero, se acercó a pintar a la casa de su amigo el conde y, bajando las escaleras, falleció. En el lugar del óbito del político, don José María puso una placa que reza: Bajando por esta escalera, ascendió al cielo don Antonio Maura.  No voy a entrar en detalles, pero el conde, que ya había gastado toda su fortuna y que estaba sumido en una depresión por la muerte de su único hijo en la Guerra Civil,  acabó regalando la finca a Franco que le dio un uso muy particular del que ya hablaremos. La fina fue vendida por Carmen Franco Polo a un consorcio hotelero para construir un hotel de lujo, pero, como nuestro Colegio de los Escoceses, sigue esperando tiempos mejores. Llenos de maleza están sus jardines románticos y casi en ruinas el palacio que albergó la colección de arte del conde. Algún día - esperemos.- antes de que se caiga a pedazos, alguien se hará cargo del Canto del Pico.

 

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