viernes, 8 de diciembre de 2017

LA ANUNCIACIÓN




A vueltas con el griego de la koiné, llegamos hoy a la festividad de la Inmaculada Concepción de María, que es la Patrona de España desde tiempos del rey Carlos III.  Pongamos como siempre el texto del Evangelio en griego:

Ἐν δὲ τῷ μηνὶ τῷ ἕκτῳ ἀπεστάλη ὁ ἄγγελος Γαβριὴλ ἀπὸ τοῦ θεοῦ εἰς πόλιν τῆς Γαλιλαίας ᾗ ὄνομα Ναζαρὲθ
27  πρὸς παρθένον ἐμνηστευμένην ἀνδρὶ ᾧ ὄνομα Ἰωσὴφ ἐξ οἴκου Δαυίδ, καὶ τὸ ὄνομα τῆς παρθένου Μαριάμ.
28  καὶ εἰσελθὼν πρὸς αὐτὴν εἶπεν, Χαῖρε, κεχαριτωμένη, ὁ κύριος μετὰ σοῦ.
29  ἡ δὲ ἐπὶ τῷ λόγῳ διεταράχθη καὶ διελογίζετο ποταπὸς εἴη ὁ ἀσπασμὸς οὗτος.
30  καὶ εἶπεν ὁ ἄγγελος αὐτῇ, Μὴ φοβοῦ, Μαριάμ, εὗρες γὰρ χάριν παρὰ τῷ θεῷ·
31  καὶ ἰδοὺ συλλήμψῃ ἐν γαστρὶ καὶ τέξῃ υἱόν, καὶ καλέσεις τὸ ὄνομα αὐτοῦ Ἰησοῦν.
32  οὗτος ἔσται μέγας καὶ υἱὸς ὑψίστου κληθήσεται, καὶ δώσει αὐτῷ κύριος ὁ θεὸς τὸν θρόνον Δαυὶδ τοῦ πατρὸς αὐτοῦ,
33  καὶ βασιλεύσει ἐπὶ τὸν οἶκον Ἰακὼβ εἰς τοὺς αἰῶνας, καὶ τῆς βασιλείας αὐτοῦ οὐκ ἔσται τέλος.
34  εἶπεν δὲ Μαριὰμ πρὸς τὸν ἄγγελον, Πῶς ἔσται τοῦτο, ἐπεὶ ἄνδρα οὐ γινώσκω;
35  καὶ ἀποκριθεὶς ὁ ἄγγελος εἶπεν αὐτῇ, Πνεῦμα ἅγιον ἐπελεύσεται ἐπὶ σέ, καὶ δύναμις ὑψίστου ἐπισκιάσει σοι· διὸ καὶ τὸ γεννώμενον ἅγιον κληθήσεται, υἱὸς θεοῦ.
36  καὶ ἰδοὺ Ἐλισάβετ ἡ συγγενίς σου καὶ αὐτὴ συνείληφεν υἱὸν ἐν γήρει αὐτῆς, καὶ οὗτος μὴν ἕκτος ἐστὶν αὐτῇ τῇ καλουμένῃ στείρᾳ·
37  ὅτι οὐκ ἀδυνατήσει παρὰ τοῦ θεοῦ πᾶν ῥῆμα.
38  εἶπεν δὲ Μαριάμ, Ἰδοὺ ἡ δούλη κυρίου· γένοιτό μοι κατὰ τὸ ῥῆμά σου. καὶ ἀπῆλθεν ἀπ᾽ αὐτῆς ὁ ἄγγελος.


 

 

 

         Permitidme que haga los comentarios pertinentes al texto.

Lo primero, es que el la anunciación angélica tuvo lugar en el sexto mes, pero en el sexto mes ¿de qué? La respuesta es fácil: en el sexto mes de embarazo de su prima Isabel, madre de San Juan Bautista. Así vemos algo que el evangelista quiere dejar claro desde un principio: que el nacimiento de Jesús está íntimamente ligado al de Juan el Bautista.

         En el versículo 28, leemos cómo la denomina el ángel Gabriel a María: κεχαριτωμένη, es decir, la llena de gracia. Sin embargo, es menester señalar que el tiempo usado (mejor sería hablar de un aspecto que el griego y nuestras lenguas acabaron perdiendo) por San Lucas es el perfecto y que el aspecto perfecto tenía el significado de algo hecho y terminado para siempre: es decir, que el ángel, al denominarla así, la estaba diciendo que ella era la llena de gracia antes, durante y por los siglos de los siglos.

         A continuación, vemos la respuesta de María: ἡ δὲ ἐπὶ τῷ λόγῳ διεταράχθη, con el verbo διαταράττω en aoristo pasivo y que se traduce por “fue turbada profundamente por la palabra”.  Normal la respuesta para una chica de poco más de quince años de un lugar pobre. ¿Nos imaginamos esta escena en una chica de Pan Bendito en Madrid o de los Pajarillos en Valladolid? El Mesías no iba a nacer hijo de una princesa, sino hijo de una humilde muchacha.

         Pero la chica tan humilde, en cuyas manos estaba la salvación del mundo, pese a su turbación lógica porque vio la inmensa tarea  (opus magnum) dijo esas palabras que Dios esperaba desde la creación del mundo:

· γένοιτό μοι κατὰ τὸ ῥῆμά σου

         El fiat que hizo posible la redención de Cristo. Lo demás ya lo sabemos, pero conviene recordar que, como dice San Pablo en la carta de hoy, “Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor. Me he permitido subrayar “el por amor” porque eso es el cristianismo: una bellísima historia de AMOR de la que tenemos la suerte de poder ser protagonistas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario